Del campo al servicio público: La historia de José González
José González, conocido por muchos como el concejal de La Codosera durante 8 años, nos cuenta su vida desde sus inicios en La Rabaza hasta su paso por el ayuntamiento. Nacido en 1966, José creció en un mundo muy diferente al actual, donde el portugués fue su primera lengua y los caminos de tierra su ruta diaria a la escuela.
Una infancia entre dos mundos
«Caminábamos hora y media para llegar al pueblo», recuerda José sobre sus días de escuela. Junto a otros 10 o 12 niños, hacía el recorrido de 8 kilómetros bajo lluvia o sol, con los libros bajo el brazo. A pesar de la dureza, José habla de estos momentos con cariño, recordando las travesuras y juegos entre compañeros.
La transformación de La Rabaza
El antiguo concejal describe cómo La Rabaza ha cambiado con los años. De ser un lugar sin electricidad y pocos servicios, ahora se ha convertido en un destino de fin de semana para muchos. Las casas que antes estaban abandonadas ahora están renovadas y habitadas, aunque sea a tiempo parcial, dando nueva vida a la zona.
Su paso por el ayuntamiento
José entró en política porque le gustaba ayudar a la gente. Estuvo dos legislaturas como concejal, siendo la primera más difícil pero más bonita, ya que todo era nuevo y había que aprender. Durante la segunda legislatura enfrentó el reto de la pandemia, un momento especialmente complicado para los pueblos pequeños.
La crisis y el audio viral
Uno de los momentos más duros de su carrera política fue cuando se hizo viral un audio de un pleno del ayuntamiento donde explicaba su versión de ciertos acontecimientos. «Lo pasé fatal», admite José, «pero quedé tranquilo por haber aclarado lo que había pasado». Este momento difícil le mostró el apoyo de gran parte del pueblo.
El futuro de La Codosera
Sobre el futuro del pueblo, José es realista pero esperanzador. Reconoce que la situación para los jóvenes es difícil, pero cree que el turismo podría ser una nueva fuente de desarrollo, especialmente aprovechando la zona fronteriza con Portugal.
Un político cercano y sensible
Para sorpresa de muchos, José confiesa ser «de lágrima fácil». Esta sensibilidad, que algunos podrían ver como debilidad, le ha ayudado a conectar con la gente del pueblo. De hecho, el día que dejó el ayuntamiento solo pudo despedirse de la mitad de los trabajadores porque se emocionó demasiado.
Sus recomendaciones para visitantes
Para quienes quieran conocer La Codosera, José recomienda visitarla en cualquier época del año, ya que cada estación tiene su encanto. Destaca la gastronomía local, la hospitalidad de la gente y los bellos paisajes que rodean el pueblo.